Mi Ángel de la Guarda - Capitulo V
Había algo que me
inquietaba y molestaba, aun en esa etapa, seguía sin poder leer mis historias
en la revista y eso me irritaba por lo que cuando fui a publicar una nueva
historia, ya había perdido la cuenta de cuál era, hable con el director de la
revista y le pedí que intentara adaptar una de las historias al braille para
que así más personas pudieran leerlas, me costó un poco convencerlo pero a la
final lo logre después de unos meses, la primera prueba fue un verdadero éxito
y la revista tuvo casi un veinte por ciento más de ventas, el director me
felicito por mi idea y me pidió que me uniera a su grupo para que ayudara con
la emisión en braille, después de allí el resto de la revista también fue
adaptada al braille y ganaron mucha más popularidad y yo algo más de ingresos,
por lo que mis ahorros crecieron más.
Otra cosa que me
había molestado y no podía resolver era que no encontraba la copia en braille
de “El Ángel de mi Muerte” de Gabriel, su último libro según habían anunciado
sus editores, pues Gabriel ya estaba bastante mayor y había decidido retirarse
y pasar sus últimos días aislado del mundo en una pequeña residencia en algún
lugar a las afueras de la ciudad, el no poder encontrarlo me molestaba y
deprimía casi a partes iguales, había escuchado que era una de sus mejores
obras y que la dedicatoria del libro era realmente conmovedora, quería leerlo,
pero no lo conseguía, había oído que hasta un audio libró tenia pero me rehusaba
a escucharlo, lo primero que quería hacer era leerlo por mí misma, no
escucharlo de la boca de alguien más, por lo que seguía buscándolo casi con
desesperación, sentía una extraña curiosidad por leerlo, por saber para quien
era la dedicatoria y por conocer a sus nuevos personajes, su nuevo mundo.
Logre mi primer
contrato con una editorial después de publicar el primer capítulo de “Desde Mi
Cielo” en la revista, fue un capitulo realmente bastante corto, pero que gusto
y conmovió a muchas personas, incluyendo a los editores de dicha editorial por
lo que me pidieron, poder publicar el resto de la historia, yo acepte sin dudar
la propuesta pero dejando claro tres puntos y tres condiciones, los puntos:
A)
Yo
tenía absoluto control sobre las modificaciones de mi historia y si no quería
que cambiaran algo, eso se quedaba como estaba.
B)
Tenían
que sacar ediciones también en braille, la misma cantidad que en ediciones
normales sin importar que fueran pocas.
C)
No
pondría mi nombre, me presentarían con un seudónimo así como lo hacía en la
revista.
Los puntos los
aceptaron sin rechistar, después de todo no les afectarían tanto a ellos, luego
venían las condiciones:
A)
Terminaría
de publicar la historia primero en la revista (ya que había firmado un contrato
con ellos y aunque no pedían exclusividad, me sentía responsable de ello ya que
fueron los primeros en publicarme)
B)
Al
igual que en la revista participaría en el grupo de edición en braille.
C)
Un
porcentaje de las ganancias estaría destinado al orfanato en donde crecí, por
lo menos de los primeros 3 libros.
Después de discutir
los puntos y las condiciones firme el contrato y saque “Desde Mi Cielo” en dos
publicaciones que tuvieron mucho éxito (una en la revista y luego el libro) ese
fue mi despegue, mi comienzo e inicio como escritora, a causa de eso tuve que
ir dejando poco a poco mis clases, ya no tendría muchos alumnos, después de que
entre como editora en la revista y pasé a escribir una historia diaria para
ellos, había ido dejando de aceptar alumnos, algunos ya no veían clase conmigo
porque ya sabían todo lo que necesitaban saber y otros ya habían recibido su trasplante
por lo que dejar ese trabajo no fue tan difícil y el dejarme absorber por lo
que me gustaba mucho menos.
Una vez estuve
sumergida por completo en el mundo de la publicación de libros, que ya DIHE era
famosa mi vida mejoro y se estabilizo, compre un nuevo departamento y ya solo
me dedicaba a escribir, antes lo seguía haciendo pero tenía tantas ocupaciones
que solo usaba las reservas de los cuadernos bajo mi cama. Una vez esas
reservas se hubieron acabado empecé a escribir aun más, aparte la editorial también
me había pedido que reescribiera alguna de las historias cortas de la revista y
que las extendiera un poco más ya que eran buenas y fueron bastante populares
en su publicación, por supuesto que acepte enseguida.
Por el ajetreo de
tanto trabajo que tenia, había dejado de ir tan seguido a visitar la tumba de
Laura, por supuesto que fui cuando salió mi primera historia publicada en la
revista y le leía cada una de las publicaciones, también lo había hecho con mi
primer libro, pero después de la cuarta publicación el trabajo me absorbió
demasiado y solo podía ir a visitarla una vez a la semana o a cada dos semanas,
me sentía triste por eso, sentía que la abandonaba, pero le prometí que después
de estabilizarme iría tan seguido como antes.
Cuando ya les había
tomado bastante confianza a los editores y las personas con las cuales
trabajaba para publicar mis libros y aparte cuando sentía que ya estaba siendo
bastante popular con mis libros decidí que quizás podía ponerme un poco codiciosa,
por lo que les ofrecí un trato a cambio de la mejor historia que podría
escribir en mi vida, les dije que se las daría a cambio de que me consiguieran
una entrevista con Gabriel, si no podría conseguir su último libro en braille,
por lo menos quería que el mismo en persona me diera un resumen del libro y me
leyera la dedicatoria, sinceramente también quería preguntarle para quien era y
todas esas cosas que pregunta una fan loca y obsesionada como yo.
Al principio la
propuesta no pareció gustarles mucho, pero cuando les presente un pequeño
resumen de la historia a la cual titularía “Destino de Dos Dioses”
y después de comentarles que posiblemente seria una trilogía o una saga, se
animaron, me dijeron que no me prometerían nada, ya que los editores de Gabriel
eran casi tan quisquillosos como lo era él mismo pero que se esforzarían al máximo
por conseguirlo, yo por mi parte sonreí satisfecha por poder haber cerrado el
trato con ellos.
Una vez cerrado el
trato y mis editores estaban en su proceso de conseguirme mi cita con Gabriel, yo
me concentraba en mi nueva historia, no resulto ser un desafío muy grande dado
que mi cabeza tenía muchas ideas para historias nuevas y así cree mi primera
trilogía, porque a la final sería una trilogía, el primer libro fue un éxito y
esperaban con ansias el segundo, claro que mis editores al ver que yo había
cumplido mi parte del trato buscaron con más ahincó cumplir la suya pero los
editores de Gabriel eran realmente tercos, no habían exagerado para nada al
decirlo.
Tardaron casi un año
en conseguir que me permitieran hablar con Gabriel pero lo habían conseguido, tenían
fecha y hora pautada para mi gran cita, yo por supuesto como recompensa les
entregue el segundo libro de “Destino de Dos Dioses”
y parte del tercero que ya casi estaba terminado, por lo que todos estábamos más
que contentos, yo en mi espera impaciente decidí escribir un nuevo libro para
que la ansiedad y la emoción no me consumiera antes de poder conocerlo, por lo
que la revista en la cual aun trabajaba tuvo en la semana que tardaría en
reunirme con Gabriel ocho historias cortas nuevas.
Cuando el día llego,
estaba que lloraba de la emoción, íbamos en un auto rumbo a casa de Gabriel, la
cual no abandonaría debido a sus enfermedades, estaba feliz, no podía dejar de sonreír,
por fin mi vida estaba siendo buena, y aunque aun estaba sola, no me sentía
como tal, todo estaba mejorando y sabia que ese día sería el mejor de mi vida,
cuando el auto se detuvo, sentí como mi corazón se detenía, mis manos temblaban
y mi pulso se aceleraba, eran procesos extraños y que chocaban los que
experimento mi cuerpo debido a tanta emoción.
Uno de mis
acompañantes me guio por el camino que era bastante difícil, habían muchos obstáculos
y piedras por todas partes, era un lugar amplio, lo sabía por el viento que
vagaba libre, era abierto y había mucha vegetación, debía ser un lugar de
reposo hermoso y por primera vez en mucho tiempo lamente no poder ver, me
hubiera encantado conocer ese lugar y tener los mismos paisajes que Gabriel en
mi cabeza.
Cuando mi guía se
detuvo yo también lo hice un tanto extrañada, tenía el presentimiento de que no
habíamos llegado aún a la entrada de ninguna casa, cuándo fui a preguntar que ocurría,
mi editor me interrumpió, tomo mi mano y me hizo acariciar una superficie de
piedra un poco fría, mis dedos temblaron al reconocer las letras grabadas en
dicha piedra.
“Gabriel
Díaz 1938 – 2012
Gran escritor que con
sus libros nos transporto a mundos emocionantes.
Descanse en paz”
-
Lo
lamento señorita. – susurro una voz que no reconocía. – no lo hicimos público
para que la prensa ni los medios molestaran durante el sepelio ya que así lo pidió
Gabriel. – explico con tono neutral. – por ello nuestra negativa a que se
reuniera con él, pero al escuchar que era usted quien pedía conocerlo, ya no
pudimos oponernos, lamento que fuera demasiado tarde, pero Gabriel antes de
morir nos pidió que le entregáramos esto.
Puso en mis manos un
libro, lo reconocí en seguida, la textura era diferente a los libros que conocía,
parecía de cuero, olía ha guardado y un perfume extrañamente familiar, era como
un almizcle entre cedro y polvo que me hacía sentir en casa, al pasar los dedos
por la tapa dura de piel reconocí las letras en seguida, estaba en braille.
-
Es
una edición única, Gabriel… - suspiro. – la
mando a hacer para cuando Diahnyx viniera por ella.
Me quebré, mis ojos
ya no pudieron retener mas las lagrimas, mis rodillas flaquearon y si no
hubiera sido por mi editor me hubiera caído, mi cabeza daba vueltas, no comprendía
nada pero en realidad aun estaba en estado de shock y no podía parar de llorar,
ese día llore casi tanto como lo había hecho en la muerte de Laura, sonara y
parecerá tonto ya que ni conocía al hombre pero su pérdida me había dolido
demasiado, fue como si hubiese perdido a un buen amigo, a un confidente a mi
alma gemela, él para mí era de esas pocas personas que saben lo que sientes sin
tu contarles nada y aun así te sabían aconsejar, él sabía que decir en los
momentos más indicados y con cada uno de sus libros aprendí muchas cosas.
Estaba deprimida, devastada
por no haber podido cumplir uno de mis mas grandes sueños y a la vez
confundida, mi shock fue tal que me bloquee, no pude escribir por un tiempo, no
estoy segura cuanto pues había perdido la noción del mismo y tampoco había leído
su libro, solo podía llorar, sabía que era un poco dramático y exagerado de mi
parte pero realmente había aprendido a quererlo porque aparte de Laura él era
el único que me entendía, no sabía que tan solo estaba él en el mundo o si
realmente sentía dicha soledad pero una cosa si tenía clara y era que con sus
libros me identificaba, que él había conocido la soledad lo suficiente como
para entenderla y saber como yo me sentía, por eso lo admiraba tanto, gracias a
él me sentía menos sola pero después de su muerte eso cambio, llore por un
tiempo, me sentía mal, me deprimí pero aun así no me deje decaer y continúe con
mi vida aunque no pude cumplir ese sueño, no del todo, aun me quedaban muchos
por alcanzar.
Puede que no lo hubiera
conocido en persona pero aun me quedaban sus libros, sus frases, sus historias,
y sus personajes que aunque pudieran no ser del todo reales para mi si lo eran,
para mi si vivían y eran mi única compañía, las únicas personas a las cuales
podía querer sin que huyeran, sin que me abandonaran, una vez mi tristeza
menguo y la depresión se disipo me permití disfrutar el ultimo regalo que me había
dado.
Un regalo que aun no comprendía
cómo había llegado a mis manos o porque, millones de preguntas se aglomeraba en
mi cabeza, pero sabía que allí encontraría muchas de las respuestas que
necesitaba, cuando me dispuse a leerlo estaba nerviosa, mi corazón latía más rápido
de lo que había hecho en toda mi vida, mis manos temblaban y sudaban, sentía un
nudo en el estomago, si, era una reacción estúpida solo por un libro pero
tomando en cuenta que los libros eran toda mi vida y que posiblemente ese era
el más importante que había tenido, me daba igual lo que pensaran los demás, lo
leí creo que una o dos semanas después de que me lo entregaron, no pude evitar
sentir un gran nudo en la garganta cuando leí por primera vez el nombre de la
protagonista: Diahnyx Hedlom, sentí que la boca se me resecaba y me faltaba la
respiración, continúe leyendo el libro con más emoción y nerviosismo del
natural y cuando llegue a la descripción juro que casi muero, era yo, la
protagonista del libro era yo.
Lo sabía porque tenía
mi misma descripción, ojos grandes y grises, cabello rojo ondulado, piel
blanca, algunas pecas y una marca de nacimiento en el tobillo izquierdo con
forma de oz, aparte del nombre… ¿qué ser humano en su sano juicio le pondría
ese nombre a… alguien? O ¿Qué otro ser humano lo repetiría? Mi respiración se
entrecortaba a medida que iba leyendo y llore cuando llegue hasta la
dedicatoria…
“Para Diahnyx
Mi ángel
de la guarda.
Lamento no haber estado a tu
lado todo este tiempo, también el haberte dejado.
No fue mi intención que te
sintieras abandonada, lo hice por tu bien y espero lo comprendas.
Solo quería que supieras que a pesar
de los años aun te recuerdo y con este libro lo demuestro.
Eras una niña hermosa y sé que
ahora eres una gran escritora.
De todo corazón realmente deseo
que tengas una gran vida,
mejor de la que yo pude haberte
dado y que me perdones si algún día llegas a leer esto…
ATTE: Gabriel.”
Entonces descubrí que
realmente en mi vida no habían existido tres personas que me comprendieran, sino
solo dos: Laura y Gabriel, mi ángel…
Comentarios
Publicar un comentario